Para generar un restaurante exitoso, es necesario habitar en AUTOCONFIANZA y estar DISPUESTO A APRENDER para lograrlo.
Genera confianza. Escuchá qué es aquello que motiva a cada uno de tus clientes a concurrir a tu restaurante y aprovéchalo. Los gastronómicos exitosos son capaces de recordar nombres y apellidos de sus clientes frecuentes, con quienes concurre, donde trabajan, el auto que conducen y lo más importante: qué es lo que les gusta comer y beber.
Saber quiénes son tus clientes y estar constantemente brindándoles un trato exclusivo, hará que tu restaurante se transforme en su segundo hogar.
Hay tantísimos restaurantes en cada ciudad del mundo ¿por qué debería ir al tuyo específicamente? Esta es una pregunta vital, que puede ser respondida de esta manera: porque mi restaurante tiene X plato especial. Hacerte famoso por uno o dos platos especiales, asegurará que tu negocio sea conocido rápidamente. Tienen que ser de primera calidad, que sea producido rápidamente y que sean rentables. Habla de estos platos con los medios de comunicación, genera contenido en tus redes sociales acerca de ellos. Este camino hará que la gente te reconozca y elija ir a tu negocio una y otra vez.
Todos sabemos que el boca en boca es la mejor publicidad que podemos generar. Que alguien tenga una gran experiencia en tu restaurante y se lo comunique a todo su círculo de confianza, que lo comparta en sus redes y te recomiende, hará que se viralice la propaganda más sólidas de todas. Pero esto también ocurre a la inversa, si un cliente tuvo una mala experiencia, se la contará a todo el mundo para que no la vivan también.
Capacita a tu equipo para que conozcan los gustos y las necesidades de cada cliente, para que sean tratados de manera especial.
El personal de un restaurante es generalmente más productivo cuando está aprendiendo algo nuevo y, posteriormente, mejoran su servicio de cara al cliente. Al brindar un mejor servicio, también dan mejores consejos, lo que se convierte en más ingresos.
Las funciones de un empleado gastronómico son repetitivas. Capacitándolos y mostrándoles cosas nuevas continuamente, hará que desarrollen su labor al más alto nivel.
Nadie sugiere o reclama si no le interesa. Es por esto que para brindar atención personalizada, los clientes requieren ser escuchados. Si alguien se toma el trabajo de brindarte un feedback de su experiencia, tómate el trabajo de escucharlo e intervenir rápidamente.
Capacita a tu equipo, ten un plan de contingencia y utiliza formatos de comentarios eficientes para los casos de quejas.
El menú es el centro de tu restaurante. El eje donde los demás detalles se apoyan. Tómate el trabajo de investigar a otros restaurantes del estilo de tu cocina para ver qué hacen y qué no, estudia sus menús y contrata consultores para asistir a que tu restaurante sea líder y no un seguidor.
Un estado de ánimo de entusiasmo y una emoción de alegría, hará que el personal de tu restaurante brinde su mejor versión a los clientes, propongan ideas y vivan como propio su lugar de trabajo. Recompensa las ideas, reconoce sus logros y serás visto como alguien que se rodea de gente talentosa.
Si tu concepto es la Paella, entonces investiga todos los ingredientes para realizar la mejor paella. Contrata personal español y que hayan cocinado este plato desde su infancia. No escatimes en los ingredientes, ni utilices recetas extrañas. Esto hará que los restaurante competidores se queden con todos tus clientes.
Una vez que tus clientes ordenan, esperan a que llegue lo que pidieron. Aquí es donde se vuelve importante la decoración y la limpieza de tu restaurante. Este factor es determinante para hacer que tu cliente regrese o no a tu restaurante.
El mercado femenino es quien, en muchas ocasiones, elige el restaurante basado en la limpieza del baño. Ten un plan para darle servicio a esta área durante todo el día.
Muchos llegan a generar un restaurante exitoso, pero son pocos los que se encargan de sostenerlo en el tiempo. Si estás pensando en que, por tener un buen negocio, ya tu vida está hecha y puedes retirarte al caribe, estás equivocado. Bastan sólo unas pocas experiencias negativas para lograr que el trabajo, el sudor y las lágrimas de años, sean echadas por la borda.
Si no amas, si no te apasiona el negocio de la comida y lo que éste implica, no ingreses a este mundo. La gastronomía es una vocación, no unas vacaciones.